Nos quedamos en que los impulsos negativos que nos llegan de nuestro exterior son obstáculos que nos frenan y nos impiden vivir la vida que deseamos. Por tanto, si ya hemos identificado todo lo negativo que nace de nosotros mismos - todos esos pensamientos vacíos e inútiles - y lo hemos suprimido de nuestra vida, tenemos que identificar lo negativo que llega a nosotros, para poder seguir progresando. Es importante diferenciar lo que es realmente insano y negativo, de lo que nos parece negativo. Por tanto, aquí es muy importante abrir bien los ojos y valorar cómo estamos interpretando nuestra realidad. Porque es muy fácil decir: sí, yo soy una persona feliz y alegre, etcétera, pero mientras no haya dificultades. Luego, en el momento en que se plantea un problema, me hundo y no sé cómo salir. ¿Por qué ocurre esto? ¿Es culpa mía o del entorno? ¿Por qué nos surgen tantos conflictos?
Así, el pensamiento positivo no consiste en llenarse la cabeza de cosas bonitas y olvidar lo amargo, sino, concibiendo que la vida no es siempre un camino de rosas y se plantean dificultades, vamos a aprender a relativizar los fracasos y exaltar los éxitos. ¿Qué es lo que hace que unos individuos tengan éxito en circunstancias desfavorables, mientras que otros fracasen estrepitosamente? ¿Cuál es la clave del éxito?
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